Soy un espectador falso del fútbol y un consumidor falso de muchas marcas.

Fui a ver la final de la liguilla MX, América vs Cruz Azul. Dentro del restaurante las personas hacían fila para poder obtener una mesa. Los colores amarillo y azul pintaban todo el lugar, banderas y bebés avergonzados por los uniformes que vestían nos rodeaban. Llegué por una invitación, no por mi gusto.

Nunca fui bueno en los deportes, de niño lo intenté pero no logré mucho. En lugar de entrenar en campos de tierra, me pasé a la música, dejé los tacos de fútbol y agarré una guitarra. Así pasé varios años de mi vida, concentrado en mejorar.

Sin embargo, jamás me alejé del fútbol al 100%, estaba y está presente en reuniones de familia, de amigos y conocidos. Siempre hay partidos decisivos, finales y clásicos que los fanáticos no pueden dejar de ver. Personalmente, apoyo a México cuando el partido es «importante», hasta ahí.

Siempre me ha maravillado el poder del fútbol en las personas, para muchos es una excelente forma de ejercitarse y para otros es la vida misma. Las pasiones que provoca son dignas del nacimiento del primer bebé de un matrimonio, de la emoción de una fiesta de cumpleaños sorpresa y/o de recibir un reconocimiento Príncipe de Asturias. (Una vez me preguntaron a qué equipo de fútbol nacional apoyaba, respondí que a ninguno y me dijeron que para qué nací, esa noche me reí mucho).

Consumo deportes porque no puedo cambiarle a la televisión en las reuniones; soy parte de un segmento bien definido con gustos homogéneos, mis amigos que aman el fútbol. Admito que no siempre veo los partidos enojado, voy a las reuniones por convivir mas no por afición. Insight.

Eso me hace pensar en todos los que somos consumidores/usuarios falsos de marcas; todos hemos usado un producto o servicio de determinada marca pero que jamás compraríamos, porque no somos seguidores. Consumimos porque es lo que hay.

Me gusta ser fanático falso del fútbol, si no fuera por ello, no conociera la emoción que genera un gol, el odio cuando anulan uno y las caras rojas que provoca una falta. Y es que poder ver a los fanáticos quedarse afónicos por gritar porras e insultos es maravilloso ¿cuántas marcas no añoran eso?.

También disfruto mucho ser un consumidor/usuario falso de las marcas, porque las conozco y pruebo y a algunas las recomiendo superficialmente por lo que percibo. Ocurrió con un cereal de All bran® sabor a manzana, un día lo probé y ahora es parte de la cocina.

Ser un consumidor/usuario falso de las marcas no es pecado, de hecho las marcas buscan que nuestra curiosidad o necesidad nos haga probarlas por primera vez. No importan los motivos sólo quieren demostrarnos que «sicierto» que son excelentes y que son lo que estamos buscando para satisfacer nuestros deseos.

¿Qué características tiene un consumidor/usuario falso?:

• No está en su ambiente de confianza.
• No cuentan con opciones para elegir.
• Consume/usa pero no compra.
• A la primera oportunidad cambia de consumo.
• Si no le gusta, no repetiría la experiencia.

Por lo menos, hay más de uno que ha llenado esos requisitos en una sola ocasión, y más de uno también, ha descubierto un gran producto/servicio por «arriesgarse» a probar otro de su preferencia.

La diversidad de marcas en un mismo rubro ha sido posible por aventureros que gracias a la necesidad y/o curiosidad de satisfacer necesidades han probado para luego comprar.

Motivo a seguir siendo consumidores/usuarios falsos en todo, para probar y si les gusta, a comprar. Eso asegurará una sana y necesaria pelea entre competidores para ser mejores.

P.D. Seguiré yendo a las reuniones para ver los partidos con la idea de convivir con mis amigos, seguiré siendo falso.

Qué bien que llegaron hasta abajo del post, espero les haya gustado.

Mi cuenta en Twitter es @_jimmytoledo, los invito a seguirme.

Saludos.